Versión alternativa de lo que podría ser El Gran Gatsby

De por que no se deben comentar las peliculas por Whatsapp.

Voy por la mitad

Acaba de ver a Daisy

Y ya estoy llorando a lágrima viva

Me encanta esta peli

Es preciosa

Si no acaba bien me muero

Están en otra fiesta de Gatsby

Están Tom y  Daisy

Ohhhh se lleva a Daisy al jardín

¡BESALAAAAAAAAAAAA!

¡BESALAAAAAA!

¡AHHHHHHHHH SE BESAN!

Estoy enamorada de Gatsby. Es supermono. Tenía recortes de Daisy. Jo. Pero tiene una faceta mala cuando habla por teléfono. No se que es eso.

Ooooooooooooi que moooooonos. Jo. Lloro.

Oish. Lo estuvo esperando y el otro estuvo reunido, y cuando se fue miró por la ventana y ella ya se había ido (Suspir).Joo.

Esta película me esta matando. (Llora) Como se conocieron y como follaron en un balcón. Pero que bonito jobaa!

Espero que no estés escuchando estas notas en alto.

¿Cuanto le falta?

Y había una estrella fugaz (Suspira) Que bonito!

Como no acabe bien esta peli voy a morir de depresión.

Hazme caso en mi agonía!

Ooooh se encuentran a escondidas. Que monos

¿Daisy que coño estás haciendo?

¡Daisy díselo!

Cuarenta minutos…

¡Este se ha puesto to’ loco!

Oh! No! Tom no!…Nooo. NOOOO DAISY NOOOO. NOOOO NO NO NO NO (Llora)

great_gatsby

Ai madre. Atropelló a la amante

¡Y se va! ¡Y se va! Estoy…en shock.

Oiii.( Gime, o llora. Hace ruidos en definitiva) Depresión

(Mas ruidos de dolor)Le está intentando hacer creer que el que tenia una aventura con la Mirtel esta…era Gatsby. Que hombre tan retorcido.

Que cabrón! Que hijo de…de puta

Pero el amigo lo sabe todo. El amigo sabe que el amante era el otro y…joe

Fue…FUE DAISY!

Y ahora Gatsby está limpiando el coche en traje

Fue Daisy y Gatsby la protegía diciendo que fue el. ( Llora o lo que sea que hace)

Le va a contar toda la verdad! Ahora vuelvo. Me voy a concentrar

AIAIAIAIAIAIAI QUE COGIÓ UNA PISTOLA EL LOCO DE LA GASOLINERA!

Daisy llama…Llámale Daisy. Por favor te lo suplico…

¿Vale me puedes explicar para quien trabaja Gatsby? es lo único que no entendí. Eso no lo entendí

Llama Daisy coge el teléfono. Coge el puto teléfono. AI QUE LO MATAN! AI QUE LO MATAN!. Ai, dime que no lo matan cuando le llaman por teléfono. no no no no…no(Llora). Está sonando el teléfono, está sonando el teléfono. No! (Llora) nononononononononononononononononononononononononono que me da un chungo (Disparo de fondo) NO! aiiiiii nonononono (Suspira) aiii no… (Llora aún mas)

Odio esta peli! (Sigue llorando)

(Todo llorando mucho)

Pero Daisy! Daisy no le llamo! NOOOO (Grito de hombre) QUE COJONES LE PASA A ESTA PELI TIO!

Estoy llorando tan desconsoladamente que he tenido que parar la película.

Aish. No me gusta. Acaba mal.

¿Vas a traducir mis audios a una entrada? (Si, seguía llorando)

El Gran Gatsby es mi peli favorita de todos los tiempos

Y tiene la mejor banda sonora de todos los tiempos

Jo que bonito…

Y así fue como mrsjellybean sacó su lado sensible con Gatsby y Daisy.

– Bruno Spa –

– Mrs. Jellybean –

Pau, la bandera y la letra del himno

Cuando los franceses saltan al terreno de juego cantan la marsellesa. Cuando en la península itálica hay actos oficiales se puede leer en la mente de cada uno de los presentes como una voz susurra el himno de Mameli. Pueden cantarlo si quieren. Pueden gritarlo tal y como un inglés gritaría “God save the Queen” con lágrimas en los ojos, y eso, nos guste o no, les hace amarse más como conjunto.

Nosotros no. Nosotros repetimos onomatopeyas musicales tentando imitar la marcha real. No hay letra para un sentimiento que no existe durante 360 días al año. El patriotismo en España está mal visto. Quizá sea una malinterpretada herencia franquista, quizá sea simplemente que nos avergonzamos de lo que entre todos hemos construido. Lo más seguro es que nadie nos haya dicho todo lo bueno que hay detrás de ser español.

Sin embargo, cinco días al año, día arriba día abajo, todo cambia. Nos encanta ganar. Disfrutamos de cada gota de victoria en forma de lágrima. El deporte ha mantenido el patriotismo en España vivo. Patriotismo. Que palabra tan fea. Igual por eso no gusta.

Todo español es mallorquín cuando empieza Roland Garros y asturiano cada dos domingos de carrera. Todo español sabe lo que significa 116 (Escalofrío). Todo español se levantó del sofá cuando Pau la hundió para hacer sus últimos dos puntos contra Francia. “Un catalán nos ha salvado” dijeron algunos. Cierto, y los catalanes seguirán salvando a España durante muchos años.

Y es que había muchas cosas bajando con ese balón mientras atravesaba el aro. Nos vengábamos de Francia. ¿Por qué tanto odio a Francia? Igual es una venganza de la época napoleónica, igual de que nos eliminaron del mundial en nuestra propia casa. Igual de sus burlas sobre que los deportistas españoles se dopaban. Igual incluso proviene de quien inventó la tortilla. Pero da igual, les ganamos. En su propia casa. Pau Gasol junto con el resto de la selección española de baloncesto enmudeció a quienes quieran o no, también nos tenían ganas.

Esa cara de furia contenida después del mate. Ese momento donde quien no grito en su sofá es porque no estaba muy enterado del evento. Esa hora antes donde se decía “A Francia no le ganamos, no están haciendo un buen eurobasket” valieron aún más la pena.  Es todo lo que tenemos. Deporte. O más bien, todo lo que podemos valorar. España destaca en muchas otras cosas que el observador medio no alcanza a juzgar y que nadie se encarga en hacer ver. Quien no abra las ventanas nunca verá el jardín.fotonoticia_20150918122804-15091436359_9999

Pau hizo cuarenta puntos. Quien entiende dice que son muchos. Suficientes para que su actuación se una a la lista de cortos momentos donde nos han entrado ganas de besar el escudo de la bandera. Son pocos, pero son intensos. Momentos donde desde mediados de la década pasada se nos olvidan independentismos, crisis, corrupciones, juicios, tramas, estereotipos, hipocresías diversas, derechos humanos, bancos, bancas, cajas, Rato, Griñán y Bárcenas, Podemos, la segunda matrícula, Hacienda, los Oscars, la iglesia, el ISIS, el antitaurinísmo, feminismo, machismo, socialismo, franquismo, vaguisimo del Sur, aburrimiento del Norte, Ceuta, Melilla, Gibraltar y el petróleo canario. Días donde todas esas virtudes nuestras las esconde algún balón, neumático, raqueta u objeto cualquiera que nos sirva para que un deportista español siga tarareando un himno sin letra mirando al cielo.

Será por que en España no hacemos las cosas del todo bien. Será que somos vagos según dicen en el norte ¿El norte es Francia no? ¿O la Alemania de Ballack? ¿La Holanda de Robben quizá? Puede que la Suiza de Federer y la Inglaterra de Hamilton queden también más allá de los Pirineos. Igual Froome llega pedaleando a medio minuto de Contador hasta donde llega nuestro orgullo patrio esos cinco días al año, donde saben que España no es buena en muchas cosas, pero en las que lo es, es realmente buena.

– Bruno Spa –

Cinco mil trescientos tres

Sus ojos son azules. Pero no un azul cielo corriente, sino el azul de la pintura desconchada en un cobertizo en medio de un prado o el azul de las pequeñas flores que crecen a los lados de las carreteras en primavera. Sus ojos son como el mar, de un azul brillante y cristalino, y con solo mirarlos puedes oír las olas que chocan contra la costa y ver la espuma salpicando las rocas. Sus ojos son azules como el cielo justo antes de que desaparezca el sol, un índigo claro con manchas de colores cálidos que rodean la oscuridad de su pupila. Sus ojos son azules como ese jersey de lana que te pones cuando hace frío- cómodo, cálido y familiar.

Era como si alguien de algún modo hubiese logrado atrapar mil voltios de electricidad dentro de sus iris que ahora estaban allí, a milésimas de segundo de estallar enfurecidos contra su encarcelamiento y flotando en algún lugar entre el blanco y un profundo azul. Calmos como el cielo antes de una tormenta y salvajes como el océano durante una. Sus ojos son ese tipo de azul que hace que el resto de azules parezcan gamas de grises y tienen ese brillo que hace envidiosos a los diamantes y los zafiros.

Será que nunca antes había amado a unos ojos azules, o será que se me había permitido mirar más allá de ellos y perderme en el alma que albergaban la razón por la que cada una de sus miradas me quita el aliento. Será la combinación armoniosa que estos hacían con su sonrisa, o la sinfonía de su voz susurrándome al oído la razón por la que a veces mi corazón se olvidaba de latir. Será que sus ojos son tan tan tan azules, que no me importaría pasar una eternidad perdida en ellos.

“So stop time right here in the moonlight, because I don’t ever want to close my eyes.”

-Mrs. Jelly Bean-

Mi primer día de colegio

No soy americano. No canto el himno cada mañana entre rayas rojas y estrellas blancas. Prácticamente no sabia nada cuando técnica cinco años, y eso hace que lo que piense no este cargado de rencor.

Era uno de esos días especiales. De esos días donde todo despierta un interés especial en ti. Con cinco años casi no eres capaz de diferenciar lo que es un hecho casual y lo que es relevante. Ni siquiera lo que es histórico.
Tuvo la misma importancia que lo grande que me quedaba el polo amarillo. No notas que tus profesores están tensos, distintos, que no paran de hablar entre ellos, que los locos bajitos de Serrat no son lo mas importante en su primer día de primaria.

Yo no jugaba al fútbol. Supongo que estaría hablando con alguien que estaba tan oculto de la realidad como yo. No le quedaba nada al día. Dos horas donde intentaba no distraerme con el bote de plastidecor que había sobre las pequeñisimas mesas de las aulas de primaria. Arrastre mi mochila de ruedas hasta el autobús. Subí y me senté cerca de la azafata. Allí fue donde lo oí. «¿Al final que fue lo del avión?».


En 2001 el mundo era diferente. Los niños de cinco años no teníamos un iPhone y una tablet. Los padres de los niños de cinco años no tenían un iPhone ni una tablet. Nokia era la vanguardia de la técnica. En España la información llegaba en tres telediarios protagonizados por la Reina sin que nadie lo supiese. En 2001 aun creíamos que éramos inmortales. Lo creían 3016 personas que perdieron la vida en Virginia y NY mientras yo coloreaba sin salirme de la línea.

Cada hora iba cayendo una gotita mas de información hacia mi. Cada día lo iba asimilando mas. Cada mes. Cada año. Hasta llegar a hoy. 14 años después sigue siendo mi primer día de colegio, pero solo para mi. Para el resto es 11 de Septiembre.

#Neverforget911

– Bruno Spa –

No sé

Hay millones de cosas cuando llegas a Canadá. Tienen una hoja en su bandera. Me gusta casi mas que nuestras estrellas verdes. Hace mucho que no las veo. Todas las banderas eran negras.

Me llamo Aylan, Aylan Kurdi. No soy canadiense. No soy turco. No quiero llegar a Alemania. No sé por qué nos vamos ni si volveré a Kobane. No sé cuanto se tarda en llegar a Grecia. No sé dónde está la isla de Kos. No entiendo nada de lo que pasa. Llevo en guerra desde que nací, no conozco otra realidad.

No sé nada, pero tú tampoco. No tienes ni idea. No se de quien huimos, si del ISIS, los turcos o los griegos.

No sé cuando volveré a levantar a papá por la mañana para jugar. Ya nunca quiere jugar. No sé que quiero ser de mayor. No sé si voy a llegar ser mayor. No sé si las luces del horizonte seguirán viéndose mucho tiempo entre las olas. No sé si esas luces son de los buenos. No sé quienes son los buenos cuando estas en una barca hundiéndose en el Mediterráneo. No sé como de alto puede llegar a ser el ruido del viento, pero no me gusta.

No sé si mamá  sigue llorando. No quiero que llore. Ella nunca llora. Mama no llores, que si tú lloras yo también lo haré. No sé si papá sabe lo que hace poniéndose al mando. No le tiene miedo a nada. No sé por que, yo si tengo miedo. Llevo teniendo miedo desde que tengo recuerdos. No sé lo que es no tener miedo si solo he vivido en Siria.

No se donde está mamá. Ya no siento su mano. No sé por que esta tan frío el mar. En Siria no está tan frío. Igual es por que es de noche. Igual no es frío y si desamparo. No sé nadar. No puedo nadar. No se puede llorar ni gritar debajo del agua.

Eso, o algo así debió pensar Aylan mientras no sabías que hacer para ayudarle.

¿De que me sirve ahora que se me ofrezca el mundo entero? – Abdulá Kurdi
– Bruno Spa –

Ya no creo en ti

No creo en que se te fuese la cordura una noche de verano. Empiezo fuerte. No se te fue. Querías que creyese que no controlabas lo que hacías, pero tú y yo sabemos que no. Todos saben que no, que era la única escusa que tenías en aquel momento, que estabas en la disposición equivocada, en la decisión acertada.

No creo que haya mentido ni que esté mintiendo. Que todo lo que te haya enfadado no haya merecido la pena. Pero tú sí. Tú has mentido. Has querido regar mi duda con el agua que no eras capaz de beber, con todo lo que a ti no te cuadraba. Y lo has hecho. Y no ha crecido en mi más que la parte verde y la flor de seguir viéndote preciosa en cada foto de antes. Todas de antes.

Sin título

No creo en ese fantasma de los veranos pasados atrapado en el niño interior que no quiere salir de mí. No creo que exista algo por fuera de ese niño, igual que no hay nada detrás de la niña que tú despertabas cuando nadie comprobaba si estabas por encima de la situación.

No creo en los celos intencionados ni en las amenazas que no se van a cumplir. No creo en los secretos mal guardados que juras agridulcemente. Yo no tengo la culpa de seguir viéndonos desde arriba, desde donde podíamos haber llegado. No tengo la culpa de esto, pero sí de todo lo demás. Tendré fotos de veranos larguísimos guardadas bajo llave mientras no me decido a quemarlas.

¿Y cuando llueve qué? ¿Ya se te ha olvidado que nos quedamos sin canciones de los Beatles que dedicarnos? A mí no. Ni que tu cumpleaños cuadró con el gran premio de Malasia de 2011 y que nunca te regalé una orquídea. Si lo hubieses cambiado todo esa semana, si lo hubieses hecho como yo lo habría hecho, si no hubieses decidido mal…entonces no creo que hubiésemos llegado a nada. Deberías haber hecho lo que quisieses, pero deberías haberte quedado. Ahora ya no.

No creo en las citas que me debas ni en las cartas que hay dentro de una caja de discos de John Lennon en mi habitación. Imagine. No hacen falta. ¿Para qué? Si nos bastó con esperar a cerrar los ojos y dejar la mente en blanco. Ya no creo que vayamos a nada, ni en mirarte cuando no mires. Yo sé cómo eres cuando eras como me encantabas, en ese preciso instante. Igual mañana se desvanece. Igual. De lo que estoy seguro es que ya no creo en ti, pero mi credo somos nosotros.

– Bruno Spa –